Tengo una golondrina colgando del cuello
Tengo un gato que se duerme en cualquier lado
Y otro que prefiere un lugar cerca de mi almohada
Tengo un unicornio arriba del escritorio
Y una constelación en la cara
Tengo un buho que me viene a ver en las mañanas
Tengo una lista de canciones que repito a diario
Tengo un millón de palabras que me salen por las venas
Tengo unas fotos mentales que guardé hace tiempo
De la luna y de tus pies
Tengo unas alas en la espalda, y todavía no cacho como usarlas.